Primero que nada, tuve que cambiar la forma en la que los estaba haciendo. La resina de poliéster es muy pesada, y como los estaba haciendo sólidos, era casi imposible caminar con ellos en el cinturón. Así que opte por hacerlos huecos, como Lucas Alvarez me había recomendado primero. ¡Gracias Lucas! Así que pasaremos por alto el tema del pintado porque no hay muchos secretos para ir directamente al ensamblado de los mismos.
Como los hice huecos, me surgió la necesidad de tener una base donde poner el clip de metal que había comprado para los mismos. La mejor opción fue una base de acrílico cortada a láser color negra. Hubiese preferido marrón, pero el proveedor no tenia en ese momento. Así es que con el clip de metal, un tornillo cabeza tanque, una tuerca y la base de acrílico estamos listos para armar el pouch.
El método es sumamente sencillo. Primero presenté el clip de metal sobre la base de acrílico. El clip de metal estaba previamente agujereado. Luego hice el agujero en la base de acrílico. Ajuste los dos componentes con el tornillo tanque y la tuerca. El paso final es colocar un poco de pegamento instantáneo en la base del pouch y adherir la base de acrílico al mismo. Dejar secar un tiempo hasta que la base que firmemente pegada y listo.
Repetí los mismos pasos para el pouch del comlink. Con la única salvedad de que el clip de metal para este pouch ya viene con un agujero desde la fábrica. Al clip de metal pequeño lo tuve que mandar a agujerear. Están hechos de acero templado, son muy resistentes.
El último paso de todos es darles la terminación con una pintura acrílica color negra y una esponja. Los pouches de resina son el detalle más importante de todo el cinturón. Trabajé casi 9 meses sobre ellos para poder usarlos esa noche tan especial; valieron la pena. Un caballero Jedi no puede salir sin ellos. En la próxima entrega les mostraré el ensamblado el pouch del garfio. A mi criterio, el pouch más bonito y difícil de conseguir. ¡Que la fuerza los acompañe!